Sólo tenía 12 años, pero me sentía todo un hombre. Habían llegado las vacaciones de verano en la escuela, y estaba colaborando en el negocio de mi familia. El trabajo era un cambio refrescante luego de los exámenes.
Un día estaba ayudando a entregar una carga de bolsas de cemento. El conductor del camión, un peón de 20 años, era amable conmigo y me alentaba mientras trabajábamos juntos.
–Luisito –me dijo mientras llevaba el camión a un lado del camino–, te estás convirtiendo en un hombrecito pero no tienes papá, de modo que necesitas que alguien te hable acerca de las verdades de la vida.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza. Me entusiasmaba pensar que podría obtener repuestas directas de una persona que realmente sabía cómo eran las cosas.
Pero en vez de decirme nada, el conductor del camión simplemente abrió una revista y dio vuelta las páginas mientras yo, incrédulo, observaba fotografías de hombres y mujeres desnudos. Estaba en shock y asqueado.
Después no podía quitar las imágenes de mi mente. Me sentía un mísero pecador, degradado, culpable. Pensamientos impuros comenzaron a invadir mi mente. Antes había sido curioso, pero siempre había resistido a la tentación de mirar tales revistas. Y resulta que, sorpresivamente, alguien me había mostrado una. Era repulsivo.
No fue sino hasta que cumplí los 23 que un hombre me habló francamente sobre el sexo según la Biblia. Yo me sorprendí de lo mucho que la Palabra de Dios dice en cuanto al sexo.
Es un crimen que, como cristianos, dejemos la educación sexual en manos de personas e instituciones que por lo general sólo enseñan acerca de los aspectos físicos de la reproducción y la anatomía. Necesitamos comprender y enseñar lo que Dios dice acerca del espectro total del amor, el matrimonio y el sexo.
1. La Biblia enseña que Dios creó el sexo. Dios creó a Adán y Eva como seres sexuales perfectos (Génesis 2:18-25). No fue sino después de la caída que Satanás tentó al hombre al mal uso y abuso de este regalo.
A menudo los adultos con su silencio están comunicando a los chicos que el sexo es algo malo. Eso es totalmente falso. En mi opinión, el sexo es uno de los regalos más hermosos que Dios ha dado a la humanidad.
2. La Biblia muestra que Dios creó el sexo tanto para el placer como para la reproducción. La Palabra de Dios exalta el gozo del amor marital. Vea, por ejemplo, el Cantar de los Cantares de Salomón. Asimismo la Escritura habla de los hijos como de una bendición especial del Señor (Salmo 127:3).
3. La Bilia presenta el sexo como algo saludable y correcto sólo dentro del matrimonio. Hebreos 13:4 dice, “Honren el matrimonio y mantengan su pureza; porque Dios castigará a los inmorales y a los que comenten adulterio” (BD).
En una encuesta reciente, únicamente el 6% de los adultos jóvenes indicó que a los 21 años aún estaban esperando el ideal de Dios–es decir la intimidad sexual sólo en el matrimonio. En la mayoría de los casos el hermoso regalo de Dios ha sido distorsionado y envilecido.
¿Cómo se formaron en usted las ideas en cuanto al amor, el matrimonio y el sexo? ¿Están esas ideas de acuerdo con lo que enseña la Biblia? En un momento de confusa inmoralidad, necesitamos estudiar y comprender lo que Dios dice acerca de la sexualidad sana.
Si aún no lo ha hecho, ore a Dios agradeciéndole por el regalo del sexo, y pidiéndole que le permita vivir en la pureza que El desea para sus hijos.
Luis Palau
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