¿En que momento paso?
Eres consciente de tu actual estado, sabes bien que no eres ni la sombra de lo que un día fuiste, puedes notar como sin darte cuenta fuiste perdiendo aquella hambre de Dios que un día tuviste, lo puedes notar fácilmente mientras alabas o adoras a Dios, pues ya no hay aquel entusiasmo en tu vida.
Orar se convirtió en algo pesado, de hecho no lo has hecho como solías hacer desde hace mucho tiempo, puedes notar fácilmente como Dios ha estado esperándote en aquel mismo lugar siempre para escucharte y hablar contigo, sin embargo, tu tiempo, tu trabajo, tu familia y hasta la misma Iglesia han sido “obstáculo” para tener aquellos tiempos de comunión que en algún momento tuviste.
Leer la Biblia ya no es igual, desde que pensaste que la habías leído completa ya no hubo en ti el deseo de volverla a leer, como que si cada palabra quedo grabada en tu mente y no tienes necesidad de recordarla.
Servir se convirtió en una rutina, ya no hay pasión como un día existió, ahora todo es mecanizado, pareciera que ya sabes lo que tienes que hacer y lo haces, sin ponerle pasión a lo que un día fue uno de tus logros más hermosos.
¿En que momento paso?
¿Cómo fue que llegaste a este punto en donde si bien es cierto vas a la Iglesia y haces muchas cosas que siempre hiciste, pero ya no hay una pasión en ti, un deseo de hacerlo, una alegría de realizarlo, un anhelo de hacer lo mejor que puedas?, ¿Qué paso?
¿Recuerdas cuando Dios te llamo?, ¿Dónde estabas?, ¿Qué hacías?, ¿Cómo te sentías?, ¿Cómo era tu vida?, sin embargo, Dios apareció, tomo todo y cambio de una forma extraordinaria tu vida.
¿En que momento te olvidaste de aquel a quien amabas de una manera especial?, ¿En que momento dejaste de sentir aquella pasión por aquel Dios a quien prometiste fidelidad eterna y servirle para siempre?, ¿En que momento Dios dejo de ser lo primero en tu vida?, ¿Cómo paso?
¿Sabes?, tú no naciste para vivir como estas viendo, frio, seco, alejado, y nuevamente sin sentido. El sentido de tu vida te lo dio Dios, Él alegro tu vida, le dio color a todo, puso las cosas en su lugar y te dio un privilegio hermoso. Ahora todo lo que eres y tienes se lo debes a Él, ¿Por qué entonces dejaste de sentir esa pasión por Él?
Yo sé que lo amas y posiblemente en este momento puedes sentirlo a tu lado, porque nunca dejo de estar allí, siempre ha estado allí, pese a tus recurrentes errores y quizá eso es lo que mas duele, saber que nunca se aparto de ti y tu si lo hiciste de Él, ni nunca dejo de amarte, porque te prometió amarte para siempre, y a pesar que muchas veces crees no merecerlo, Él simplemente te sigue amando igual.
Hoy Dios me dijo que te dijera que te sigue esperando, que no se ha cansado de ti, que siempre ha creído en ti y que cumplirá su propósito en tu vida, y aunque muchas veces te canses de ser bueno o de esperar a que aquello se cumpla, Dios es Fiel y cumplirá.
¿No crees que Dios se merece un intento más?, ¿No crees que Dios se merece que ordenes tu vida?, ¿No crees que Dios se merece que tomes decisiones determinantes?, ¿No crees que Dios se merece que lo ames como un día lo amaste?
No digas no puedo, porque en Él todo lo puedes, no digas que no lo lograrás, porque si así fuera Dios no se hubiera molestado en hacerte leer esto, no digas que fracasaras, porque si tropiezas, siempre habrá una mano divina para levantarte, así que da un nuevo esfuerzo, ponte de pie nuevamente, recuerda quien te llamo y por quien eres lo que eres y avanza, ¡Avanza porque Dios esta contigo! ¡Avanza porque Él siempre ha creído en ti y en lo que va a cumplir en tu vida! ¡Avanza porque tú muy bien sabes que lo amas y que es lo más importante en tu vida!
Devuelve el lugar que le corresponde a Dios en tu vida y entonces comenzaras a sentir que todo es menos difícil de lo que creías, comienza a disfrutar su presencia, rinde tu corazón, has aun lado tu orgullo y regresa a aquella humildad que te hizo llegar hasta donde has llegado y entonces Dios hará maravillas en tu vida.
¡Tú puedes porque Dios está a tu lado!
“Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada”.
Filipenses 2:13 (Nueva Traducción Viviente)
Autor: Enrique Monterroza Adaptado y corregido por: Jose Tovar
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